Nueva York de a rinconcitos

Sí, es verdad que, como todos, siempre quise conocer esta ciudad, pero tuve que ir por otras razones. Razones futbolísticas muy importantes. Soy Argentina y obviamente fanática de nuestra Selección. Entonces una de las paradas obligadas de este viaje fue acá para el partido de semifinales de la Copa América 2024 (nuestra también). Fueron días muy especiales ya que además de toda la euforia futbolera, estaba con mis papás.  

Por medio de HomeExchange, mamá consiguió el intercambio de alojamiento, y nos quedamos en Windsor Terrace, Brooklyn. A pesar de que es una ciudad que está muy bien conectada por transporte público, no recomiendo que se queden taaan lejos. El Downtown de Brooklyn estaría muy bien, y sino lo ideal para los turistas es Manhattan. 

Empire State de fondo

Más allá de eso, si tenés un subte cerca todo está solucionado. Son 28 líneas, nombradas con números y otras con letras, que conectan casi donde sea que quieras ir. La tarjeta MetroCard Unlimited por 7 días fue la que elegimos nosotros. Por 34 dólares por persona tenés viajes ilimitados tanto en subte como en bus. Es la manera más barata también de moverse, ya que en taxi o Uber es más caro y por el tránsito a veces también más lento. Eso sí, llegamos y nos fuimos del aeropuerto de La Guardia, y pedimos Ubers/Lyft para los trayectos hasta el alojamiento ya que si no, había que hacer transbordos para llegar a donde estábamos y preferimos ir más cómodos con las valijas. 

No me sentí insegura en ningún momento, incluso habiendo estado en el centro de Manhattan en la madrugada, pero tampoco me pareció una ciudad para confiarse así que es necesario tener los cuidados mínimos y estar atento porque sabemos por las noticias que hay que ser cuidadosos.

Con respecto a los precios ya les iré contando los gastos, pero tiene muchas opciones, como cualquier gran ciudad. Si estás para darte todos los gustos tenés lugares, y si por el contrario querés hacerte sanguchito e ir a un parque podés también. Lo que me encantó es que es una ciudad totalmente diversa. Cada barrio tiene su estilo propio, su mood, y hasta te sentís en ciudades diferentes. También que es infinita la variedad de cosas para hacer.

Nosotros fuimos en Julio, pleno verano. Hacía sí bastante calor. No insoportable, pero había que bancársela caminando tanto y llevar agua siempre. Dato: en las plazas había agua potable para rellenar las botellas! Además un detalle que no sabíamos es que en las estaciones de metro no hay aire acondicionado. Dentro de los vagones sí pero mientras esperás en algunas hace mucho calor.  

Acá va lo que vi y conocí de esta ciudad, dividido por zonas. La mejor manera de recorrerla yo creo que es esta también; marcar los puntos infaltables que querés ver y decidir qué sectores vas a ir cada día, porque es verdaderamente muy grande.

Vamos a empezar por uno de los barrios que más me gustó, con sus típicas construcciones de ladrillo a la vista que eran antiguas fábricas. Es el GRAN spot para ver el río Hudson con Manhattan de fondo, y el puente de Brooklyn y el de Manhattan. Recomiendo ir al atardecer y quedarse a cenar por ahí en uno de los tantos restaurantes que hay. Una de las noches comimos en el Time Out Market que tiene un montón de opciones. Se puede caminar por todo el paseo costero que tiene, y hasta hay algunas plazas para recostarse un rato en el pasto. Acá está el famoso spot en la Washington St, donde sale la foto con el Manhattan Bridge de fondo y aún más allá el Empire State. También se puede subir a pie o en bicicleta al Brooklyn Bridge; actividad que a mí me encantó. Hay vistas muy bellas, vale la pena. Cerca de ahí caminamos un poco por la Court St y Jay St y por la plaza Cadman, que no es de visita obligada pero es bonito. 

Vista desde la terraza del Time Out
Foto típica de Dumbo

Una de las primeras paradas de la zona fue Trinity Church y de ahí bajamos por Broadway St hasta el Toro de Wall St. Había, obviamente, una cola larga para sacarse la foto típica, que no hicimos jaja. Esperamos a que se vaciara un poquito y conseguí esta foto que posteo acá. Seguimos bajando por la misma calle y llegamos a Whitehall Terminal, donde esperamos el ferry gratuito que va a Staten Island. ¿Por qué? Porque tiene una de las mejores vistas a la Estatua de la Libertad, ya que le pasa al lado de ida y de vuelta. Los barcos salen cada media hora y, salvo algunos que son gente que vive o trabaja ahí, los demás somos todos turistas que tomamos el ferry de ida, llegamos allá y esperamos por el próximo para volver (hay que esperar el otro, no te podes quedar en el mismo ferry). Datito: de ida hay que buscar lugar a la derecha del ferry y de vuelta a la izquierda. Si no también hay tours a la Estatua, e incluso se puede subir arriba, pero yo no le vi mucho sentido ya que prefería verla desde afuera.

Toro de Wall Street
Wall St en sí misma

Ya de vuelta al distrito financiero subimos por Pearl St. para doblar después en la famosa Wall St y recorrerla caminando. Seguimos y visitamos el 9/11 Memorial, lugar donde ocurrió el atentado en 2001 a las Torres Gemelas. Te deja la piel de gallina. Tiene dos piletas con agua, donde en sus bordes están grabados los nombres de todas las víctimas del atentado. También hay un museo. Es muy importante visitarlo respetuosamente. Después de haber visto tantos documentales fue muy chocante estar ahí.

Me sorprendió totalmente esta parte. Es completamente bohemia, musical, artística y chill. Ya para empezar nos bajamos del subte y mi papá quiso acercarse a una cancha de básquet callejera en donde la gente estaba alentando un partido entre equipos locales del barrio. Todo en NYC es muy como se lo ve en la tele.

Acá es donde están la mayoría de los bares con música en vivo, en su mayoría de blues y jazz, y también bares de comedia (stand up). Fuimos a Terra Blues por una recomendación que me habían dado y fue acertada. Entrás en una peli. Había un músico cantante tocando diferentes estilos de blues con toda la onda que te podés imaginar. La luz muy tenue, y toda la gente sólo apreciándolo a él y su arte. El mood y la energía de estos lugares me fascinó. Y como dije, hay varios en la zona y da para ir pasando de uno a otro a lo largo de la noche. Para ir a este se paga una entrada, con la que podés salir y volver a entrar por esa noche, y sólo venden bebidas adentro. Tienen diferentes músicos por día y según a la hora que vayas va a estar o no más lleno. En otros hay que averiguar con tiempo ya que dependiendo de quien se presente es necesario reservar.

Time Sqare con el famoso “Vaquero desnudo”

Obviamente hay que hablar del Time Square, con sus impactantes pantallas. Lugar digno de una buena foto y un minutito para apreciar la vorágine del alrededor. Ahí entramos a los locales de Disney, Hershey’s, M&M’s, Pele Soccer y también vimos el edificio de Paramount, Carlo’s Bakery y el Hard Rock café. La gracia de estas sucursales es que tienen una variedad de artículos unica y muchas cosas no se consiguen en otra parte.

También pasamos por varios de los más famosos teatros de Broadway. Es imperdible la experiencia de ir a ver cualquiera de las obras de ahí! Nosotros ya teníamos decidido ir a ver Chicago. Está en cartelera desde 1996!! Compramos las entradas con unas tres semanas de antelación y nos costaron $120 dólares cada una en el palco intermedio. Es una de las obras más famosas y lo merece. Quedé boquiabierta con el despliegue tanto de actores, bailarines, la banda en vivo, las luces; en fin, la producción entera. Fue simplemente increíble! Una de las mejores experiencias de la ciudad y un infaltable. Y me quedan muchas ganas de volver y ver todas las demás obras (fue muy difícil elegir sólo una de todas las recomendadas).

Cerca de ahí está el Rockefeller Center, que es el famoso centro comercial que sale en varias películas invernales con el árbol navideño. Enfrente, la Catedral de Nueva York. También recomiendo que se acerquen a la Grand Central Terminal y a la Biblioteca Pública. Es hermoso el Bryant Park que está detrás. Y como casi todas las plazas o esquinas de NYC, tiene mesas y sillas para hacer picnic, trabajar o solo relajarse después de caminar tanto. Genial.

Yendo un poco más hacia el sur está el Empire State Building. Éste (como el Rockefeller entre otros) vende la entrada para ascender a la terraza. Hay muchas vistas en NYC, y nosotros queríamos hacer sólo una así que nos decidimos por el Summit. Es uno de los edificios más modernos, y se puede decir que es el que está de moda. Su vista es una de las más altas y realmente vale mucho la pena. Yo principalmente lo elegí ya que se ve el Empire State casi de frente con la ciudad de fondo, además de los 360* de la ciudad. La primera sala está llena de espejos y se debe entrar con anteojos de sol (te dan ahí si no llevaste) y no conviene ir con pollera o vestidos por razones obvias. Después hay una sala llena de globos de helio en la que sale el niño interior de todos y es inevitable ponerse a jugar además de sacar unas hermosas fotos. Y también tiene unos cubículos “sobre el aire” para sacarse fotos parados en las alturas. El último piso es una terraza con un bar. Nos costó $43 dólares por persona y lo sacamos menos de una semana antes.

Summit
Catedral de San Patrick
Teatro The Ambassador

Fuimos primero a la zona de Pier 57 a almorzar algo. La terraza tiene buenas vistas para sacarte un par de fotos. Esta zona también es de edificios con ladrillos a la vista y restaurantes/barcitos con mucha onda. Se puede dar una vuelta por Little Island, que es un parque al borde del agua. Luego buscamos subir a la High Line. Es una antigua vía de tren que fue parquizada, donde muchos van a hacer ejercicio o a dar un paseo. Tiene paradas cada tanto con asientos y miradores a las calles del barrio. Muy pintoresco. Terminamos en el Hudson Yards, shopping grande y moderno que tiene el edificio llamado Edge en el cual también se puede acceder a una terraza en la altura. En la entrada principal pueden ver el Vessel, una obra de arte interactiva ya que se puede caminar por adentro, pero que ahora se encuentra cerrado. Volviendo ya al metro vimos por fuera el famoso estadio Madison Square Garden.

The Vassel
High Line

Nosotros teníamos tiempo así que fuimos a chusmear pero esta parte no es de los lugares que están más recomendados para hacer en pocos días. Aunque debo decir que me encantó! Fuimos en ferry desde Brooklyn (el ticket se paga aparte y cuesta 4 dólares por persona por tramo). También es linda la experiencia de ir en ferry por el Hudson así que punto extra para el paseo. Es un barrio de artistas y se nota. Todas las calles decoradas con murales y pinturas, y lleno de cafecitos y locales muy aesthetic. Dan ganas de parar en cada uno. Además es una zona mucho más tranquila y se nota que no tantos turistas llegan ahí (mejor jaja).  

Bien turista yo, quería ver un coro gospel en este famoso barrio. Averigué y decían que simplemente había que acercarse cerca de las 10 u 11 hs de un Domingo y entrar a alguna de las iglesias, ya que había un montón en la zona. Hay algunas que son más recomendadas así que fuimos a una de esas primero, pero aún llegando 40 min antes ya estaba completo el cupo. 

Entonces seguimos caminando a ésta que nos dijeron que quedaba cerca. Nos recibieron amablemente y nos sentamos a esperar la misa. Todo esto encima siendo el cumpleaños de mi papá, quien digamos que no estaba muy motivado con el plan. Yo soy muy respetuosa pero de religión tengo cero. Vimos dos horas de misa que constaron solo de un pequeño número instrumental al principio, las palabras del cura, y nadie cantó. Fue una gran decepción, jaja y cuando salimos ya era tarde para ir a otra iglesia. Así que como recomendación, no entren a cualquiera porque en todas las que tengan lugar los van a recibir. Pero si van específicamente para el coro busquen alguna previamente y vayan con mucho tiempo. La próxima vez será para nosotros!

Acerca del barrio, no es inseguro de día. De noche nosotros no hemos pasado pero dicen que hay que tener más cuidado, y sí hay muchos barcitos y locales.

Primero que nada: grandísimo! No alcanza un día para recorrerlo, y aunque fuimos casi dos días enteros igual no hicimos más que caminar y caminar.

El primer día lo empezamos desde el norte, desde Harlem. Mi objetivo era dejarme llevar por los caminitos y así lo hicimos. Tiene senderos pequeños en los bosques y también calles más grandes con sendas para bicicletas. Hay fuentes, lagunas, lagos, miradores en lo alto, arcos y algunas construcciones y muchas canchas de béisbol. Yo tengo mucho sentido de la ubicación, pero si no les pasa lo mismo, fíjense bien qué caminos toman porque es facilísimo perderse ahí. Ese día llegamos hasta menos de la mitad del parque.

Vista desde Umpire Rock
Estatua de Alicia en el País de las Maravillas
Bow Bridge

Otro día empezamos por el sur. Visitamos algunos de los puntos más importantes, con muchas paradas de por medio para descansar en el pasto. Vimos el Gapstow Bridge, la Umpire Rock, luego seguimos hasta la Bethesda Fountain y el Imagine Mosaic. Había un músico tocando canciones de los Beatles, haciendo incluso un poco más especial el lugar. En cada lago hay también para alquilar botes, y así como hay “kioscos” para comprar algo para tomar también hay restaurantes muy chetos. Después pasamos por el Bow Bridge, la estatua de Alicia en el País de las Maravillas, el Castillo Belvedere y el Jardín de Shakespeare. Dato: no encontramos ni uno de los baños que marcaba ahí adentro, así que después de mucho tuvimos que salir a la calle.

Te desconecta de la ciudad ver tanto verde y agua. Me encantó! En los laterales hay dos de los museos más importantes. No entramos pero sí pasamos a verlos por fuera. El Museo Americano de Historia Natural y el Museo Metropolitano de Arte, que está dentro del parque.

Ir a Nueva York es vivir pasando constantemente de peli en peli, y es que muchos de los materiales que consumimos se grabaron ahí! Recomiendo que si son fanáticos de alguna serie/película específica averiguen antes dónde fue filmada y vayan. Hay muchos spots famosísimos por todos lados. Yo simplemente me fui sorprendiendo jaja.

Punto no menos importante de la ciudad; su gastronomía. Más allá de la comida chatarra, también hay muchas delicias culinarias y tantas cosas para probar que no te alcanzan los días. Por eso estate atento que pronto voy a subir un posteo exclusivamente de eso.

Leave a Comment

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *